lunes, 28 de abril de 2008

GLOBOSAT 01













Captura de la señal transmitida por el globosat 01 :

Fm CV1LAI To BEACON [11:21:52]
:CV1LAI :NO SAT
Ti=-01
Te=-18

Fm CV1LAI To BEACON [11:25:36]
:CV1LAI :NO SAT
Ti=-01
Te=-04

E-mail enviado por Juan Pechiar CX5BT

Re: CAPTURA CV1LAI‏
De: CX5BT (juan@pechiar.com)
Enviado: sábado, 26 de abril de 2008 10:57:38 p.m.
Para: paolo fallini (cx2ua@hotmail.com)

Paolo, Gracias por el reporte. Por ahora sos el único que ha podido decodificar algo de la señal.¿Dónde estaba la estación? ¿En la ciudad de Treinta y Tres? Nosotros tuvimos bastante suerte con la recepción desde el mismo lugarde lanzamiento. Pudimos decodificar datos de telemetría hasta elmomento del aterrizaje, a 194km de distancia. Seguramente nos ayudó lodespejado del lugar, y también haber podido corregir la dirección delas antenas constantemente en función de la señal. Próximamente vamos a publicar una selección de información,fotografías y el video tomado desde el globo. Te vamos a avisar cuandoesté pronto. De todos modos, podés ver una micro-selección de fotos que dejé en ..................

Gracias nuevamente.


Esto es lo publicado por la Facultad de la Republica y el diario El Pais.

Estudiantes avanzados de Ingeniería Eléctrica investigan el espacio con aeróstatos
Un globo aerostático lanzado el jueves 24 en Durazno por estudiantes avanzados de Ingeniería Eléctrica, monitoreado por sistema GPS, captó las primeras imágenes de Uruguay desde 30.000 metros de altitud. Si el proyecto tiene secuencia, dentro de cuatro o cinco años Uruguay podría tener un satélite dedicado a la investigación científica desarrollado en el país. Fotos: Gentileza de Víctor D. Rodríguez.
“El globo permaneció más de tres horas en el aire hasta su explosión por expansión”, informó el viernes el corresponsal de El País en Durazno, Víctor D. Rodríguez. “El ascenso comenzó a las nueve de la mañana y el retorno a tierra se preveía para el mediodía en algún lugar del este del país”.
A media mañana un correo electrónico del ingeniero Gonzalo Casaravilla comunicó la primera noticia a los integrantes del Instituto de Ingeniería Eléctrica (IIE) de la Facultad de Ingeniería: “Hace 30 minutos salió rumbo a los cielos el Globosat 01. De acuerdo a los datos aportados por el responsable del proyecto -nuestro multifacético Juan Pechiar-, su rumbo inicial, fruto de la suave brisa matinal de Durazno, es la tierra Olimar”. Casaravilla bromeó con la posibilidad de un cambio en la dirección del viento. “Si la brisa aumentara deberá operar el sistema telecomandado de suelta de globo antes de que caiga en Brasil y tengamos un nuevo conflicto internacional en nuestra frontera oriental”.
A las 13:49 horas Casaravilla volvió al cyberespacio: “Por los datos recibidos desde el globo éste llegó bastante alto en el entorno de los 30.000 metros y por suerte no llevaba pasajeros ya que se registraron temperaturas de al menos 25 grados bajo cero”. Lamentablemente, informó, el Globosat 01 “no reportó su posición satelital ya que habría habido algún problema con el GPS. Las esperanzas de encontrarlo se centran en su equipo de transmisión que estará activo las próximas 18 horas y el receptor con antena direccional de la expedición”.


Uruguay con satélite propio

En la misma tarde del jueves una mujer encontró la carga del globo en la zona de la Quebrada de los Cuervos, en Treinta y Tres, y alertada por las instrucciones telefoneó para Juan Pechiar, docente de la cátedra de Telecomunicaciones y coordinador del proyecto. "Si todo funcionó, no se congeló ni se dañó la cámara, y recuperamos la tarjeta y el contenido, vamos a tener esa película, que sería un documento histórico", dijo Pechiar a El País.
El proyecto uruguayo interesó al Instituto Politécnico de Grenoble, Francia, donde actualmente se encuentra un docente uruguayo diseñando módulos para la siguiente fase del proyecto. Pechiar explicó que el trabajo se enmarca en una tesis de fin de carrera, basado en un proyecto ambicioso y "medio loco", que puede demandar cuatro o cinco años: que Uruguay tenga su propio satélite. "Cada tanto tiene que haber una idea loca, si no nunca pasa nada", dijo.
Según el docente universitario "lanzar un globo es muchísimo más barato que lanzar un satélite. Los problemas son muy parecidos –dificultades de comunicación, el trabajo con bajas temperaturas a 60 y 70 grados bajo cero, el uso de poca energía-, pero liberar un globo es posible con unos cientos de dólares, mientras que enviar un satélite demandaría mucho más de 100.000 dólares. Para aprender sobre los problemas que se plantean, un globo es mucho más conveniente", explicó Pechiar.

Situaciones desafiantes para los estudiantes

La idea no es competir con otros países, sino plantear situaciones desafiantes para los estudiantes. "El espíritu es hacer una carrera de ingeniería mejor, darle cosas más interesantes de hacer a los estudiantes, fomentar su creatividad con problemas complicados, y fomentar la interacción de un grupo con otro", añadió.
A propósito, dijo que la gente del Instituto de Física de la Facultad de Ingeniería, que trabaja en óptica aplicada, “quiere tomar medidas de espectrometría, observar la atmósfera para detectar su composición, la cantidad de metano, anhídrido carbónico, los gases de efecto invernadero, etcétera". Al mismo tiempo, el Instituto Politécnico de Grenoble está interesado en la experiencia de Uruguay. Para la institución francesa "poder hacer experimentos a altas alturas y con este tipo de costos, es fantástico".
El instituto de Grenoble "estudia efectos de radiación cósmica sobre circuitos electrónicos, que en tierra no es un problema, pero en satélites y a gran altura sí lo es; y hace que las computadoras no funcionen correctamente", dijo Pechiar.
Por eso el próximo globo va a salir con un módulo hecho en colaboración entre la Facultad de Ingeniería y la Universidad de Grenoble, para estudiar efectos de radiación cósmica sobre componentes electrónicos de última generación.


Ficha técnica

El "globo sonda" lanzado el jueves es un instrumento que suele tener un uso meteorológico. Está compuesto por un globo de látex inflado con helio que mide 1,85 metros de diámetro en tierra. Asciende llevando una carga de poco más de un kilogramo de peso. En esta oportunidad la carga consistía en una cámara de video, sensores de temperatura, equipos de telemetría, transmisión, antenas y de localización por GPS. Los datos recibidos fueron transmitidos a computadoras en tierra, salvo el video, que se conservó en la tarjeta de la cámara.
A medida que el globo asciende aumenta su tamaño debido a la disminución de la presión atmosférica. Al llegar al punto máximo de ascensión (30.000 metros), aumenta a 10 metros de diámetro, su punto límite de expansión, y revienta. La carga regresa a tierra protegida por un pequeño paracaídas. El descenso tarda aproximadamente una hora y media, a 300 metros por minuto

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